El Collado de la Marquesita
En esta novela corta, El Collado de la Marquesita, el autor, Miguel de León Jorge, vuelve a mezclar lugares y hechos reales con lugares y hechos imaginarios, para narrarnos una historia de misterio y de desgarrado amor. De nuevo lo hace dibujando un entorno de ensueño, y con la prosa ágil, sin rebuscamientos ni concesiones, con la que consigue involucrarnos en las peripecias de sus personajes, a los que también aquí llegaremos a amar u odiar, en ocasiones ambas cosas al mismo tiempo.
En un pueblo imaginario al norte de la isla de Tenerife, al que llama Collado de la Marquesita, que da título al relato, en una casa emblemática para los habitantes, aparecieron hace más de veinte años el cadáver de un hombre y de su hija. Él es el heredero del título de marqués que da nombre al lugar. No es rico sin llegar a ser pobre. Todo apunta a que, atormentado por la reciente separación de su mujer, mató a la niña y se suicidó.
Los cadáveres yacen en la cripta familiar, en la propia casa, donde cada domingo acude la madre de la niña para visitar la tumba de su hija.
Damián, el vigilante de la casa, descubre un día una misteriosa mancha en la losa sobre la cripta, que recuerda mucho a un dibujo que había hecho la niña en vida y trata de limpiarla, sin conseguirlo, porque reaparece con más fuerza. El misterio no se desvelará hasta el día en que Damián encuentra algo que debe entregar a la madre de la niña.
¿Cúal es ese misterio? ¿Qué significa la mancha imborrable en la losa? Y, sobre todo, ¿qué oscuro relato esconden las muertes del padre y la hija?
En esta historia, vuelve a ser poco importante el tiempo y el lugar pues en la narrativa de Miguel de León lo que prima [] son las emociones, los recuerdos, los dolores del pasado y los dictados del corazón, por eso sus personajes son tan humanos y cercanos [] nos llenan tanto y resultan difíciles de olvidar. [] la prosa de Miguel de León es mágica. Tiene la habilidad de dejar al lector enganchado a una frase que por bella, resulta casi obligatorio volverla a leer hasta casi memorizarla, consigue abstraernos, introducirnos [] en la trama. [] he vuelto a disfrutar muchísimo de esta breve historia, conmovedora y tierna
Hay plumas que tienen esa capacidad de abstraernos y arrastrarnos a vivir las historias que nos cuentan. La de Miguel de León es una de ellas. Este relato, me ha durado un viaje en tren hacia el trabajo y una pequeña parte del tiempo del desayuno. Cuarenta y dos páginas pueden parecer pocas. Yo misma habría dicho que no se pueden perfilar bien los personajes, de hecho siempre lo digo, que con los relatos me falta algo, me dan la sensación de historias incompletas. Sin embargo, ahí estaba yo con Damián, recordando la historia del marqués y esa pequeña tan dulce y las lágrimas luchando por salir. El camarero, al que conozco, se acerc
Me estoy leyendo ESTA MARAVILLA…. en breve pongo mi comentario